Todo empieza con el anillo de compromiso… que es la primera argolla que le entrega el novio a su prometida cuando le pide que se convierta en su esposa.
Después de establecer la fecha de matrimonio la pareja elige las bandas matrimoniales que usará toda la vida como símbolo de su amor.
Al momento de elegir las bandas matrimoniales, la novia se inclina por las que combinan con su anillo de compromiso, principalmente.
De acuerdo a la experiencia de Joyería Be, la tendencia de las parejas en cuanto a las argollas de boda es llevarlas idénticas.
Al momento de comprarlas recomendó tomar en cuenta el número de tamaño y, claro, el gusto de cada uno será primordial para la selección.
EL MATERIAL
Es cuestión de gustos, sin duda, pero actualmente el oro blanco es muy pedido en los anillos de compromiso, aunque el oro amarillo es el que está de moda, un clásico siempre presente.
Siempre ha sido muy bonito el oro blanco, y es el más solicitado, pero desde el 2013 existe una tendencia por el oro amarillo u oro rosado, que son más excéntricos.
Los anillos de platino también lo piden y hace cinco años estaban de moda.
Este material tiene más probabilidades de claquelarse que el oro amarillo por ser más duro, además hay que revisarlo cada seis meses para cuidar que se encuentre en buen estado, ya que por el manoteo tiende a golpearse el anillo.
El oro blanco es más flexible, pero con el tiempo cambia de tono, se torna beige por la aleación de aluminio que tiene. Sin embargo, se vuelve a platinar y queda bien.
DIAMANTES
El anillo de diamante es el rey en las bodas y los hay de diferentes formas, tal es el caso del redondo que es el más brillante o el “cush on cut” que es el corte “de cojín”. El “Radiante” está de moda porque lo lanzó Tiffany, pero el redondo sigue siendo el de mayor venta.
Sin embargo, hay novios que todavía adoran el “Princess cut”, o sea, el cuadrado.
El valor del anillo es más que nada sentimental, pero en términos de mercado cada pareja se ajusta a un presupuesto.
Hay que tomar en cuenta, además, que entre más claro y limpio sea el diamante y entre más cerca la “V” se encuentre es más caro el anillo.
En términos de dinero, hay que tener mucho cuidado con los diamantes, porque si se craquela una de las “patitas” que sostienen el diamante pierde valor financiero el anillo.
Las novias románticas prefieren el clásico solitario de mínimo un punto de diamante, en oro blanco, con su banda matrimonial que son con media churumbela o churumbelas completas de diamante.
Las más sofisticadas, por su parte, tienden a buscar un anillo con diamantes a los costados, mientras hay quienes prefieren lo simple pero elegante, pues son de gustos más eclécticos, un estilo contrario a aquellas que se inclinan por lo rebuscado, barroco o más elaborado.
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