Comer sentado a la mesa o de un bocado depende del estilo de la fiesta. Lo importante es la armonía entre la gastronomía y el tema de la boda.
Los platillos y bebidas que se han elegido como menú para la cena son, sin duda, el mejor sabor o el trago más amargo que se llevarán los invitados de la fiesta.
Motivo más que suficiente para la selección adecuada de lo que se pondrá en la mesa. Tampoco se trata sólo de elegir entre carne roja o blanca, pues hay personas que son vegetarianas, diabéticas, intolerantes al gluten o alérgicas.

De inicio hay que tomar en cuenta si la comida o cena se servirá en una área cerrada o abierta.
Si se ha preferido contar con mesas y sillas deben estar acomodadas de tal manera que se pueda apreciar desde cualquier ángulo el desarrollo de la fiesta. Si es en el exterior y se optó por eliminar las sillas y sustituirlas, de ésto, en gran media, dependerá el diseño del menú, así como la mantelería y la vajilla que se utilizarán.
Si la fiesta se desarrolla en un ambiente informal, donde los invitados caminen de un lado a otro festejando con el resto de las personas, los más adecuado es servir bocadillos dulces y salados, tapas, postres y toda clase de pequeñas comidas que puedan llevarse sin riesgo. En estos casos deben evitarse los platos y vasos de vidrio o porcelana, así como los cubiertos metálicos.

Comer de un bocado es lo ideal.
Al terminar la fiesta, los invitados, sentados en una silla tiffany o en un sillón puff drop deberán despedirse con un buen sabor de boca.
SHOWCOOKING
La propuesta más novedosa por la que algunas parejas están apostando es el servicio de cocina en directo donde un chef prepara los alimentos frente a los invitados.
De acuerdo al menú eligen, incluso, los ingredientes que les gustaría se usaran para la preparación del platillo. De igual manera preguntan al chef sobre la forma de cocinarlos convirtiéndose en un atractivo de la fiesta.